Summary
La princesa abandonada deseaba derribar el imperio.
Así, en una fría noche de invierno, Estelle despertó al demonio de ojos azules que dormía en el Castillo de Hielo.
“Hazme la emperatriz”.
Rodeada de nieve blanca pura, hielo y el rico aroma de las flores, el hermoso demonio aceptó el contrato y susurró:
“Bienvenida al infierno, Estelle”.
Estelle creía que esa noche era su primer encuentro con el demonio, pero sin que ella lo supiera, tenían un viejo y olvidado contrato.
“El año en que alcances la mayoría de edad, en una noche de luna llena en pleno invierno, cuando las puertas del Castillo de Hielo se abran, prométeme que me llamarás entonces”.